domingo, 17 de junio de 2007

no me provoques...

La provocación "agresiva" fue la base para esta campaña que promociona una cadena de gimnasios. Colocaron en los bidones-basura de las playas de Los Ángeles [qué mejor sitio para encontrarse con el público objetivo] un copy que aludía directamente a ellos de forma descarada:

[Keep our beaches beautiful
(and pick up the trash too)]

Cliente: Gold's Gym
Agencia: Jack, Los Ángeles, 2000


A veces, como con este ejemplo, el éxito reside en decir lo indecible y pensar lo impensable sobre nuestros clientes potenciales: a la vista de todos, las afirmaciones, ansiedades y temores que uno no quiere escuchar provocando la carcajada y el recodatorio de la acción y de la marca.

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